VILA BARENYS dibujo general retocado

La villa de Barenys, situada en el actual municipio de Salou, fue utilizada entre los siglos I a.C y I dC. Es una villa bastante particular aunque sólo se ha conservado la zona productiva, lo que llamarían pars rustica, de la pars urbana o vivienda no se ha encontrado nada. Su peculiaridad reside en el hecho de que en base a los restos arqueológicos se ha podido detectar todo el proceso de producción del vino, incluido el de la producción de ánforas vinarias (tema importantísimo y que se tocará más adelante).

La producción y la exportación del vino de la Tarraconensis va del s.I a.C al s.III d.C. y está muy bien documentada por escritores romanos como Plinio y Marcial; nos dicen básicamente que son vinos de alta calidad y que se consumen en todo el Imperio.

Este proceso productivo comienza con la plantación de las viñas, pues bien, se encontraron conservados los alveus o zocos donde plantaban las viñas. Se pudieron detectar ya que gracias a los textos de Plinio en su «Historia Natural», sabemos paso a paso cómo se plantaba la vid: se hacían recortes de unos 80-120 cm y en su interior, en los extremos se plantaban un par de pies de viña.

El proceso continuaba con la recogida y prensa de la uva sabemos que esto se hacía en la misma villa gracias a que se ha conservado el torcular o prensa. En el caso de Barenys es de tamaño medio lo que nos indica una producción de vino local o regional. La prensa era de palanca, lo sabemos por los restos de los contrapesos, y estaría compuesta de una viga con punto de apoyo unido a un muro, desde el otro extremo se haría la fuerza manual mediante un cabestrante de madera; la estructura de piedra donde estaría la prensa se ​​conserva a nivel de cimentación. Irían prensando la uva y el mosto que resultaría iría a parar a los lacus o depósitos de los que aún se conserva, en un estado inmejorable, el opus signinum para impermeabilizarlo.

Una vez hecho el mosto, hay que convertirlo en vino, y este proceso se lleva a cabo en la cella vinaria espacio para almacenar el mosto en recipientes de cerámica llamados dolia. Estos eran casi esféricos y se cubrían con tapaderas normalmente de madera. Podían llegar a contener hasta 1300 litros de vino. La cella vinaria conservada en Barenys era un gran espacio de 18 x 30 m. rodeado por un muro, y seguramente quedaría a la intemperie. Por ello podemos asegurar que el proceso de curación del vino no se parecería en absoluto a lo que se hace hoy en día, con un control exhaustivo de temperatura, luz y humedad. Los dolia estarían colocados con la base enterrada por debajo del nivel del pavimento. En esta cella habría capacidad para unos 25 dolia.

Una vez tenemos el vino, sólo queda venderlo, y por ello eran necesarias ánforas para transportarlo. En el caso de Barenys las ánforas no se compraban a un productor externo sino que se manufacturaban en la propia villa, y esta es la gran peculiaridad del yacimiento, los restos del obrador de cerámica y del horno. El obrador era un gran edificio de dos plantas con todo de columnas de piedra y madera en medio que aguantaban el piso superior. Lo que se hace en este obrador son básicamente las ánforas (Dressel 2-4) que se utilizarán para transportar el vino que produce la villa. También se almacenarán, seguramente en el piso superior, una vez ya cocidas al horno. También se hacían otros productos de cerámica como: tegulas, cerámica común o pondus (pesas de telar).

El hecho de que en Barenys estén manufacturando ánforas nos ayuda a ver un momento concreto de la historia, ya que a partir de finales del siglo I o principios del siglo II, las ánforas se producirán en África, y de allí se exportarán por todo el Imperio. ¡Será más barato que hacerlas en cada región del Imperio! Y debemos recordar que Roma acabará siendo un gran mundo globalizado alrededor del Mare Nostrum, este sería un ejemplo de ello.

El horno, anexo al obrador, podría considerarse el » tesoro» de la villa, ya que está en un estado de conservación espectacular. Es circular, de 3,5 m diámetro, y se pueden distinguir las diferentes partes:

I. Cámara de fuego: lugar donde se enciende el fuego de manera constante.

  1. Parrilla : fuerza gruesa y con agujeros para que escape el calor en la cámara de cocción.

III. Cámara de cocción: allí donde se colocan las ánforas para hornear.

  1. Vuelta de cubierta: hecha con ladrillos de adobe, se deshacía en cada cocción y se volvía a rehacer cada vez (era más fácil para poder poner las ánforas).
  2. Boca opraefurnium: también hecha de adobe y abierta. Sirve para alimentar el fuego con leña. Delante había un pequeño recinto hecho en tapial que es donde los operarios se ponían para ir poniendo leña a la cámara de fuego.

En el horno se han encontrado restos de cerámica con marcas de producción (algunas con el nombre del productor, o para cuantificar la producción y fiscalizar el producto).

En cualquier villa romana era muy importante el agua, y en Barenys se conservan varios canales y pozos y también una balsa donde se recogían las aguas pluviales. La balsa, sin embargo, quedó en desuso hacia el final de la vida útil de la villa, y se terminó utilizando como vertedero, es por ello por lo que durante las excavaciones arqueológicas se hallaron herramientas agrícolas de hierro (casi iguales a las actuales) y restos de cerámica rota. Lo más interesante que se encontró fue un fragmento de tegula plana con una marca muy interesante, el nombre de POMPEI sellado dentro de una cartela rectangular; no podemos asegurar que estas tegula se hicieran a la villa, pero se la primera vez que este nomen se relaciona con la producción de materiales de construcción.

El nomen Pompeius está relacionado con Pompeyo Magno (s. II- I aC), gran político y militar romano, que alguien utilizara su nombre indica que eran indígenas que le prestaban servicios, o bien descendientes de antiguos clientes de la familia. Hasta este momento este nomen no había sido relacionado con la producción cerámica.


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